En México en estos momentos tenemos 6 procesos electorales para las gubernaturas de Aguascalientes, Durango, Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Tamaulipas. Y al corte de esta semana, diversos trackings y estudios de opinión reflejan una clara ventaja para Morena en 4 estados: Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca. En el caso de Aguascalientes, se refleja una ventaja de entre 10 y 12 puntos a favor de la alianza PAN, PRI, PRD y finalmente un escenario muy competido en Durango entre la candidata de Morena y el candidato de la alianza opositora.
Es decir, si las proyecciones se cumplen, el próximo domingo 5 de junio nuevamente MORENA estaría arrasando en las urnas, al menos en 4 de los 6 estados en disputa. Y en realidad hay algunas cuestiones interesantes que valdría la pena identificar, del amplio margen de ventaja que proyecta tener MORENA en estos momentos en el país:
1. Pese a que Morena carece de una estructura política fuerte en los estados, a comparación con la de partidos de oposición como el PRI y el PAN, su relato sigue manteniéndose vigente y siendo muy poderoso para sus bases. “Los pobres primero” y el combate a los gobiernos corruptos encabezados por “las mafias del poder”, continúa siendo una bandera poderosa en un país donde casi la mitad de la población vive en situación de pobreza.
2. MORENA representa el cambio en los estados gobernados por partidos opositores. En los 6 estados donde hay elecciones, MORENA ofrece “esperanza y cambio” como una alternativa a los gobiernos del PAN y del PRI que actualmente gobiernan con bajos niveles de aprobación en estas entidades, salvo en los casos de Quintana Roo y Aguascalientes. Y en una elección donde hay desafección social, el cambio suele ser la oferta más rentable.
3. En las distintas mediciones en el mes de abril, se evidenció un alza generalizada en la intención de voto por MORENA en los 6 estados, como consecuencia del ejercicio de revocación de mandato del presidente. Esto quiere decir, que pese a no figurar en la boleta, Andrés Manuel dio un empujón a sus candidatos en abril. Y pese a que la revocación no fue un ejercicio vinculante, comunicacionalmente funcionó y se aprovechó en la coyuntura electoral para su partido.
4. Los comicios del 2022 acentúan una tendencia favorable a MORENA en miras del 2024 para la sucesión presidencial. Si los partidos opositores desean hacer un frente efectivo y capaz de competir con Morena en el 24, necesitan desde ya, articular un proyecto político que unifique una causa poderosa entre las distintas fuerzas, pero que también logre representar los intereses sociales. La deuda más grande del gobierno actual es con la economía de las familias y la situación desbordada de inseguridad.
Sin duda hay muchas lecciones que desde ya nos va dejando este proceso electoral. Lo importante será que los partidos y aspirantes a las candidaturas del 2024, realmente desarrollen plataformas y proyectos con perspectiva social y enfoque en las necesidades más apremiantes de las personas. México ya no requiere políticos, requiere líderes sociales.