Marck Zuckerberg presentaba el pasado octubre de 2021, en su evento Facebook Connect, su proyecto más ambicioso llamado “El Metaverso”: un entorno virtual donde las personas pueden conocerse, interactuar y crear avatares virtuales personalizados, dejando a un lado la frialdad de las videollamadas en una combinación de realidad virtual, inteligencia artificial y mucho ocio para compartir. Una respuesta natural de la compañía luego de casi dos años de confinamiento alrededor del mundo, que ha cambiado drásticamente los modelos de convivencia general, conectándonos cada vez más a los espacios virtuales y moldeando nuestros perfiles digitales cada vez más.
La aplicación de la comunicación política en el metaverso es un enigma, solo podemos empezar a revisar posibles aplicaciones que pueden dar resultado en los próximos años. Mítines políticos virtuales usando avatares virtuales que cuenten con pancartas y vallas publicitarias de un determinado actor político, acompañados de merchandising y gritos de consignas, pueden volverse habituales en el futuro.
Las compras o donaciones con criptomonedas serán habituales en el metaverso, con ello, los simpatizantes podrán obtener material promocional del líder o partido político, obtener NFT (Non-Fungible Token) a modo de merchandising o incluso modificar el avatar para que cuente con un distintivo color, símbolo o gesto. Un avatar virtual de la figura política que, dependiendo de la segmentación provista gracias a la geolocalización, pronunciará discursos que aborden problemas muy locales y que permiten experimentar, en tiempo real, un sentimiento de pertenencia innato.
Las aplicaciones en la política aun son inciertas, pero ya podemos aproximarnos a lo que veremos en los próximos años, adentrándonos en el mundo de los metajuegos como Roblox o Minecraft, o en los metaversos como Decentraland. El Metaverso nos permitirá trascender los límites físicos para crear experiencias virtuales únicas que no podrían suceder de otra manera.
Estas premisas se sugieren aún como expectativas de lo que se puede lograr con el metaverso, pero, así como existen buenas oportunidades, también se puede contar con escenarios adversos que probablemente surjan a partir de la nueva plataforma.
Los escándalos políticos en el metaverso afectarán las elecciones del “mundo real” como lo hacen los actuales espacios digitales con fake news, sensacionalismo, acoso, deep fakes, trolls y demás realidades que abruman a las comunidades digitales, obstruyendo también el camino hacia una buena campaña. Se reportan ya casos de acoso sexual en Horizon Worlds; el primer producto de Meta (Facebook), un problema con el que se ha lidiado por mucho tiempo, pero con la gran diferencia de que ahora, en una comunidad conectada puede traer más repercusiones por la facilidad y la frecuencia en la que ocurren.
Será cuestión de tiempo ver un desarrollo más completo del metaverso en compañía de las diversas utilidades que ya hemos mencionado. Aun así, está claro que las campañas digitales son presentadas actualmente como el complemento de las tradicionales, pero es indudable su utilidad hacia un público joven cada vez más conectado y más dependiente de ellas. Dependerá de los consultores de comunicación, innovar con esta herramienta y asumir el riesgo de aplicar estrategias conjuntas dentro y fuera del metaverso.
En colaboración con Gary Pulla
Asesor de comunicación política y docente universitario especializado en comunicación. Magister en Dirección Estratégica e Innovación en Comunicación y Doctorando en Comunicación por la Universidad de Málaga.