¿De dónde surge tu interés por las matemáticas, la investigación y la política?
Yo creo que es hereditario, en mi familia cuatro de los cinco hermanos estudiamos carreras relacionadas con los números, mi abuelo paterno era compilador de estadísticas de beisbol como algo novedoso en México, y mi abuela materna dio clases de matemáticas, así que ha de haber algún gen de lógica matemática en la familia donde todos tenemos algo de facilidad; y personalmente, desde primaria tomé la decisión de estudiar matemáticas, no sabía lo que implicaba pero tenía facilidad y los maestros me motivaban a desarrollar habilidades.
Estudiar matemáticas implica ya ser investigador, nos enseñan a no aceptar las cosas sino comprobarlas, desde la primera clase en la Facultad de Ciencias se nos inculca el método científico que parte de hacer hipótesis y tratar de comprobarla o rechazarla. Cada fórmula antes de ser usada se demuestra, etc. Así que lo de la investigación está implícito en el estudio de la matemática.
Por otro lado, la política no tiene el mismo origen, de alguna manera durante mis estudios formales estuve lejos, muy lejos de la política, el nivel de “abstracción” que requiere el estudio de las matemáticas termina por alejarte de los temas cotidianos; este tema lo adquiero primero en 1983 en que entro a trabajar al INEGI que no era un organismo autónomo como hoy, y después a partir de 1987 cuando participo en la campaña de Salinas a la presidencia y el interés ahora se aterriza no solo en los gobiernos sino en las elecciones y las estrategias.
Platícanos dentro de tu amplia trayectoria, ¿Qué personajes políticos te han dejado valiosas lecciones y por qué?
Difícil mencionarlo, he conocido efectivamente muchos, algunos en su etapa final y otros en sus nacimientos; unos en su momento bajo y otros en la cúspide. El primero que se me viene a la mente es Nayib Bukele, el primer presidente en el mundo nativo digital, podría decir que yo aprendí más de las campañas modernas estando cerca de él de lo que pude ayudarlo, es totalmente disruptivo, con cero apego a la política tradicional y rompiendo protocolos, es el no-político que le gusta a la gente porque da resultados, porque está al día en lo que la gente piensa y habla. Sin duda he aprendido de él.
Otro es el exalcalde de Santo Domingo, David Collado, me impresiona su honestidad no solo en el sentido monetario sino en el sentido intelectual, no se traiciona nunca, cuando lo vi tomar decisiones nunca era buscando beneficio personal, sino mantener un prestigio para heredar a sus hijos, siempre pensando en tener la frente en alto para poder hablar con sus amigos y sus seguidores, siempre lo he admirado. En México conocí personajes como Víctor Cervera, a quienes mucho en el altiplano de la capital criticaban sin conocer la forma en que gobernaba su estado, platiqué con él varias veces y comí con él, era un placer escucharlo contar anécdotas, vivencias, opinar de la política y del pueblo, explicar sus acciones y el mundo, a la distancia podría decir que era un sabio adicto a la política.
Roy, has comentado que las encuestas son como una fotografía de un momento determinado. En sociedades convulsas y cambiantes como las de América Latina, ¿Qué tipo de estudios son los más certeros para la toma de decisiones gubernamentales?
Sí, en periodos más tranquilos podemos seguir diciendo que las encuestas son fotografías, pero hoy mi analogía sería más como una radiografía, sí, las encuestas son radiografías que deben servir no solo para verla sino para interpretarla y revisar si hay enfermedades que curar, derivar de ahí un diagnóstico y una receta, las encuestas son radiografías pues.
Y el tipo de estudios, no hay una respuesta única, ni del tipo ni de la temporalidad, lo que si es que cualquier decisión importante hay que medirla antes, a veces se requiere una medición cualitativa para encontrar la forma de comunicar la decisión por ejemplo, o una cuantitativa para medir el grado de aceptación o rechazo que tendrá. Y metodológicamente tienes que evaluar el contexto donde lo hagas y el costo y tiempo disponible; si es una zona urbana de fácil acceso y con baja inseguridad, una investigación en viviendas parece pertinente, pero si tienes problemas de acceso o seguridad las encuestas online son una alternativa.
Las encuestas digitales vs encuestas cara a cara, ¿es un debate real?, ¿la metodología en unas es más precisa que en otras?
Es debate para quien lo quiera ver, no para mí, cada una tiene sus ventajas y desventajas, las segundas son las científicas, las puras, las recomendables en condiciones óptimas y las que mejor sé hacer, mi especialidad, estudié he dado clases de esto y mi trabajo durante más de una década en el INEGI fue haciéndolas y perfeccionándolas con las experiencias internacionales y creaciones propias.
Pero las encuestas online son el futuro, después de aceptar que son no probabilísticas (como millares de estudios durante años), tienen muchas ventajas de rapidez, de costo, de acceso a grupos que las otras no alcanzan, muchas ventajas, solo que también aquí hay que cuidarse de charlatanes; una encuesta online debe poseer los mismos criterios que una probabilística en el diseño y en el proceso, lo único que cambia es el canal de levantamiento, pero vemos que cualquiera que pueda poner una pregunta en redes y pautarla se siente encuestador, sin saber un solo método de estimación, sin saber la diferencia entre estrato y conglomerado o no tener idea de lo que es la relación entre un tamaño de muestra y un intervalo, es decir nunca han tomado un curso serio de muestreo. Hacer una encuesta con ellos es como hacer una casa con un plomero.
Sabemos que cuentas con amplia experiencia asesorando a políticos de distintos países de América Latina. En este sentido, ¿cuál es tu lectura sobre los recientes resultados electorales en países como Colombia, Chile y Perú, donde se viene reflejando una clara inclinación a elegir gobiernos de izquierda en la región?
Sí, he estado cerca de casi todos los procesos electorales, primero tendría que decir que no me gusta decirles a los ganadores “de izquierda” como si fueran iguales, son distintos tipos de presidentes y de ideologías, hay en ellos algunos con una gran ignorancia como en Perú, otros con estudios importantes como en Colombia, un líder estudiantil en Chile y otros políticos tradicionales como Argentina, no son iguales. Antes de decir que ganó la izquierda tendría que decir que perdieron los gobiernos, hoy la continuidad se ha vuelto una rareza (no cuento Nicaragua) y les tocó a los ganadores ser candidatos en periodos de gobiernos de centro-derecha, así que el rechazo a ellos ha hecho ganar a las izquierdas, con un discurso anticorrupción y de reivindicación. Ya en funciones no podemos decir que hayan sido exitosos, igual que no lo fueron sus antecesores, la muestra es Boric en Chile que en un mes se desplomó en su popularidad.
Rumbo al 2024, ¿Morena es invencible o aún hay margen de maniobra para la oposición en México?
Claro que no es invencible, será una elección de contexto no de candidatos y veremos cual es el contexto en ese momento, como estará la economía, la seguridad, la corrupción y no hay otro López Obrador para que el ciudadano le entregue todo el apoyo, al respecto escribí en El Economista “¿Quién por la oposición?”, donde explico a detalle esta situación: https://www.eleconomista.com.mx/opinion/2024-quien-por-la-oposicion-20220703-0064.html
AMLO: ¿Líder disruptivo, genio de la comunicación o amo de la improvisación?
AMLO sí es un líder disruptivo y es genio de la comunicación. Explico, lo de disrupción no lo digo por como sea hoy, sino porque es el mismo desde el 2000, es decir, ya en ese momento y contra toda heterodoxia, se enfrentaba a medios aun antes de la existencia de redes, hablaba lento, usaba el mismo lenguaje y practicaba la reiteración de mensajes y creación de consignas como táctica, en poco tiempo pasó de la nada a ser el político más popular en el país. Era disruptivo entonces y tal vez ahora ya no lo veamos como tal porque ya hay muchos como él.
Y es genio de la comunicación aunque algunos lo nieguen, porque no sigue los manuales escritos para ello, no intenta atraer nuevos seguidores, no rehuye a temas complicados, etc. Cualquier consultor mediano que haya estudiado tradicionalmente lo regañaría, pero su genialidad consiste no en hablar siempre de lo mismo, sino en hacer que todos hablen siempre de lo mismo, es decir, de lo que él quiere, y después de años de gobierno y ser el político más poderosos en más de 25 años, su narrativa es la de un opositor que busca arribar al poder venciendo al poder, y a esa narrativa ayudan sus opositores que se sienten importantes criticando todo lo que dice sin entender que eso solo lo ayuda.
Como consultor político con amplia experiencia, reconocimiento y trayectoria, ¿Qué retos crees que presenta en la actualidad la profesión?
No son pocos, pero creo que como toda profesión en expansión el primer reto es la llegada de charlatanes, no es exclusivo de esta profesión, las hay en todo. Así como hemos visto la incursión de nuevos consultores talentosos, también vemos vendedores de espejitos que no agregan nada al cliente, confunden ser proveedores en un gobierno o en una campaña con ser consultores y eso demerita no solo su labor que termina decepcionando sino la función de un consultor.
Otro reto es la adaptación, la forma de hacer política y gobierno ha cambiado con la evolución de la tecnología y tenemos consultores, publicistas o investigadores que no lo han entendido (y políticos que tampoco lo entienden). Me recuerda a los hoteleros quejándose de la llegada de AirBnB o de los taxistas renegando de Uber.
¿Cuál es tu libro preferido?
No creo haya “un libro” y creo que esa respuesta seria distinta en distintos momentos porque depende de estados de ánimo y de la actividad que estés haciendo; yo te diría que en la escuela mi libro fue y lo sigo atesorando el “Calculus” de Apostol; en la adolescencia me leí prácticamente toda la colección de Ágatha Christie; en la primera juventud me volví fanático de la ciencia ficción y me leí todo Asimov, sobre todo la “trilogía” (que al final no son solo tres libros) de la fundación; hace años me aficioné a la historia novelada y leí mucho de estos temas; también la novela negra y aunque algunos me critiquen soy fan de Taibo II; y así podría mencionar más a autores que a libros. Actualmente mis lecturas son más de política y de economía y cada vez menos libros y más artículos. Leo muchas columnas como un ejercicio intelectual donde las leo pensando que estoy platicando o debatiendo con el autor.
¿Cómo te ves en los próximos 5 años?
¡Vivo y contestando preguntas como éstas! No, no sé, ¿Dónde me quiero ver? Es trabajando en forma más reposada, leyendo, viajando, escribiendo, pero sin dejar de actualizarme en todo lo que salga, tanto de tecnología como de filosofía política; me imagino por supuesto viviendo en México y en contacto con mis hijos, me imagino que en esos 5 años, evolucionando.