El fenómeno que Gabriel Boric está causando a nivel mundial no tiene precedentes, además de ser el presidente electo más joven de Chile, es el único candidato que remonta en segunda vuelta y se convierte en el primer político que alcanza la presidencia de Chile, fuera del duopolio Concertación / centro-derecha.
La jornada del pasado 19 de diciembre, además tiene tintes de gesta histórica al haber obtenido la mayor participación electoral desde que se implementó el voto voluntario en dicho país. Esta alta afluencia electoral impulsó la candidatura del hoy presidente Gabriel Boric.
Desde el punto de vista estratégico, las claves que llevaron a este ex dirigente estudiantil a convertirse en el hombre más poderoso de Chile, fueron:
1. La alta participación electoral
El miedo paraliza y la indignación moviliza. Esto explica la gran afluencia de votantes el día de la jornada electoral. Con el récord de ser la jornada con mayor participación electoral en su historia desde que el voto es voluntario en el país austral, la votación correspondió al 55.68% de electores (8,400,000 sobre una base de electores de 15,030,974).
Boric, además venía en segundo lugar después de la primera vuelta con 1,814,809 votos contra 1,961,122 de Kast.
En las elecciones de 2017, Sebastián Piñera ganó la segunda vuelta con 3,796,579 votos, en esta ocasión Boric obtuvo más de 4, 600,000 votos. Con eso se rompió el récord de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien obtuvo 4,040,497 votos en las elecciones de 1993, cuando, dicho sea de paso, el voto era obligatorio.
Pero, ¿qué fue lo que sucedió para que, en menos de un mes, más de 2,700,000 personas decidieran su voto por Gabriel Boric?
Después de la primera vuelta donde José Antonio Kast ganó a Boric por dos puntos, mucha gente que no votó, por las razones que fuese, entendió que Kast era una amenaza real, y salió masivamente a votar.
Ese electorado que en primera vuelta no votó, pero ante el temor del fantasma del pinochetismo en Chile, se movilizó a las urnas en la segunda vuelta. Esta masa de gente nueva que se movilizó para votar fue la que le dio el triunfo a Boric.
2. El efecto “Parisi”
Franco Parisi Fernández, es un economista de 54 años, que hizo campaña en su país sin siquiera pisar Chile y que en primera vuelta logró el 12,8%, siendo el tercero en la contienda electoral.
Parisi representaba una sensación en Chile, su votante encarnaba el hastío hacia los políticos tradicionales y la política (lo mismo sucedió en Ecuador con Xavier Hervas). Su votante era antisistema y su voto se expresó con un “basta que ganen los mismos de siempre”. Pero es un votante Switcher y podía moverse a cualquier lado.
El haber arañado esos votos, se debió más allá de los aciertos del equipo de Boric a los errores del equipo de Kast. Las campañas son un gran tablero de ajedrez dónde gana quién logra un mejor desempeño.
Inercialmente el voto “Parisi” se movió hacia la izquierda en tres momentos distintos:
1.- La alineación de Kast con el actual presidente chileno, Sebastián Piñera: Este error estratégico, se fundamentaba en querer garantizar el voto de la derecha, pero también le puso un límite a la capacidad de crecimiento. Kast hasta la primera vuelta tuvo una postura anti establishment y era el “chico rebelde” de la política, porque decía cosas que los políticos no se atrevían a decir. Todo eso lo pierde en la segunda vuelta al alinearse fuertemente con el gobierno y volverse parte del sistema.
2.- José Antonio Kast asiste al programa de Youtube de Franco Parisi. De alguna manera el votante de Parisi sintió que era un guiño al candidato de la derecha y esto terminó afectando más a Kast que a Boric que ni siquiera se presentó.
3.- El endoso de Parisi a Kast: De esta manera Parisi estaba renunciando a la imagen que había construido de anti establishment – outsider para alinearse a los “mismos de siempre”.
3. La Cercanía y la moderación
El candidato que supo mostrarse más cercano y moderado fue Boric. Kast al acercarse a Piñera, se proyectó cómo quien buscaba el respaldo de los ricos y poderosos, y eso permeó en su imagen, porque la imagen antisistema que había construido en la primera vuelta se derrumbó. Ser visto como parte de la élite, hoy en ningún país del mundo representa votos, más bien todo lo contrario.
La campaña de Boric supo trasladar su mensaje a tierra y aparecieron comunidades que lo respaldaban más que por convicción por miedo a que ganara Kast. Esta sensación de comunidad se vio reflejada en que los mismos ciudadanos realizaban flyers, cartelería y acciones comunicativas a favor de Boric. La campaña emergió desde muchos lugares. Ese tratamiento más directo y horizontal atrajo a muchos jóvenes que supieron finalmente llevar la voz a todos los rincones, y esto se complementa con la primera clave, porque la campaña de la gente finalmente terminó movilizando a ese millón de personas.
Créditos: Andrés Elías @andreseliascom
