Storytelling político: construir narrativas audiovisuales

La audiencia actual está saturada de contenido audiovisual, haciendo esencial destacar mediante narrativas profundas y poderosas. Este artículo ofrece un decálogo basado en un análisis exhaustivo de la comunicación política y literaria, diseñado para forjar historias que impacten emocionalmente y vayan más allá del mero entendimiento superficial.

En el complejo tablero del ajedrez político moderno, saber contar una historia convincente se ha convertido en mucho más que una habilidad básica: es un arte estratégico fundamental. En un escenario donde estamos inundados de información y la atención del público es un tesoro cada vez más difícil de capturar, las campañas políticas enfrentan el enorme desafío de no solo ser escuchadas, sino también recordadas y, sobre todo, capaces de motivar a la gente a tomar acción. En este contexto, el storytelling, el arte de contar historias, emerge como una herramienta transformadora, crucial para modelar la opinión pública y movilizar a los electores.

El acto de narrar en la arena política trasciende la mera presentación de hechos y cifras. Se trata de forjar una conexión profunda, tanto emocional como cognitiva, con los electores, utilizando relatos que vibren al unísono con sus creencias y valores más arraigados. La meta es crear una narrativa que no solo informe, sino que inspire y motive, algo que va más allá del contenido para tocar las fibras del ser humano.

No existen fórmulas mágicas para construir narrativas efectivas. Más bien, hay una serie de modelos, estructuras y teorías que, si bien no garantizan por sí solos el éxito de una campaña, sí ofrecen un marco para desarrollar relatos que resuenen con lo que los expertos en mente humana, semiótica, lingüística y literatura han identificado como esencial.

Cumplir con estos parámetros es clave para asegurar que el relato no solo esté bien contado, sino que también sea capaz de navegar tanto por caminos racionales como emocionales, y de esta manera llegar efectivamente a la retina y la memoria de la audiencia.

En este artículo, basándonos en la experiencia acumulada y en un profundo análisis de teorías y ejemplos de campaña, proponemos una colección de recomendaciones estratégicas. Estas sugerencias han sido compiladas y profundizadas a partir de los aportes de pioneros en campos tan diversos como la semiótica, la lingüística, la retórica y la narrativa —desde figuras históricas como Aristóteles hasta contemporáneos como Robert McKee, y también incluyendo expertos en comunicación política como George Lakoff y Drew Westen.

El relato político, es importante entenderlo, no es meramente storytelling. El storytelling es la técnica mediante la cual se transmite un relato político, el cual se construye sobre la base de la historia compartida, la comunicación efectiva y la acción política, materializándose en hechos que quedan grabados en la memoria colectiva.

Un relato político efectivo es un fenómeno que se instala en el imaginario social y, a través del storytelling, se configura como una estrategia de comunicación destinada a persuadir a la ciudadanía de aceptar y apoyar una visión de pasado, presente y futuro que alinee con los valores promovidos por el narrador.

Siguiendo estas pautas, cualquier campaña puede transformar la manera en que se comunica, asegurando no solo que su mensaje sea escuchado, sino que también inspire y movilice a la acción, creando un impacto duradero en el tejido de la sociedad.

En el escenario político actual, donde la narrativa puede inclinar la balanza de la opinión pública, es crucial dominar el arte de contar historias. Aquí te detallamos diez estrategias clave para construir relatos políticos impactantes:

1. Narrativa tripartita

Como todo relato, desde las enseñanzas de Aristóteles, una narrativa política tiene que contener las funciones que tienen sus tres partes básicas: planteamiento, desarrollo y desenlace. Este esquema no solo ordena el flujo de información, sino que facilita la creación de un gancho inicial fuerte que capte la atención, integre un conflicto en esa primera parte, seguido de un desarrollo creciente que profundiza en el conflicto y culmina con un desenlace que deje una impresión duradera y muestre el aprendizaje o la solución al conflicto. Este modelo ayuda a mantener el interés del público de principio a fin.

2. Conflicto

El corazón de toda historia es su conflicto. Es esencial establecer un dilema claro que se relacione directamente con los desafíos o problemas que enfrenta tu audiencia. El conflicto puede ser personal de un candidato, de un grupo, del electorado, del país o de lo que necesites relatar, pero debe haber conflicto para ganar el interés de la audiencia y que la historia pueda desarrollarse. Este enfoque no solo mantiene a la audiencia enganchada, sino que también hace que la historia sea más relatable y urgente. Un buen conflicto puede ser la lucha entre ideales opuestos, desafíos socioeconómicos o dilemas morales que resuenen con los valores y las preocupaciones del electorado.

3. Acontecimientos narrativos crecientes

Integra eventos que escalen en intensidad y emoción a medida que avanza la narrativa. Esto mantiene la trama dinámica y evita que el interés decaiga. Cada evento debe ser más significativo que el anterior, construyendo hasta un clímax que resuelva de manera satisfactoria las tensiones o preguntas planteadas al inicio. Este ritmo mantendrá a la audiencia expectante y comprometida.

4. Historias concretas

Evita abstracciones que puedan confundir o alienar. Las personas se conectan mejor con ejemplos tangibles y situaciones específicas. Por ejemplo, en lugar de hablar sobre “políticas económicas”, relata una historia sobre cómo una nueva política ayudó a una familia específica a mejorar su vida. Las historias concretas hacen que el mensaje sea más accesible y memorable.

5. Mensaje central

Cada elemento del relato debe reforzar el mensaje central. Evita desviarte con detalles superfluos que puedan diluir el impacto de la historia principal. Este enfoque asegura que, después de escuchar la historia, la audiencia se lleve claro cuál es el punto principal y por qué es importante para ellos.

6. Activa sentidos y emociones

Una historia efectiva debe hacer más que informar; debe hacer sentir. Utiliza un lenguaje rico y descriptivo que active los sentidos y despierte emociones. Describe sonidos, olores y sensaciones, y expresa sentimientos profundos que puedan resonar con los oyentes. Esto hace que la experiencia narrativa sea más vívida y emocionalmente atractiva.

7. Muestra, no resumas

En lugar de simplemente decirle a la audiencia lo que deben pensar o sentir, muestra historias y ejemplos que ilustren tus puntos. Esto permite a los espectadores llegar a sus propias conclusiones a través de la observación y la empatía, lo cual es mucho más poderoso y persuasivo que el mero dictado de argumentos.

8. Visión y liderazgo

Presenta una visión clara de futuro y muestra cómo el liderazgo puede solventar problemas actuales y futuros. El relato debe inspirar confianza y mostrar un camino claro hacia la mejora y el progreso. La historia debe reflejar liderazgo y visión, sirviendo como un faro de esperanza que guíe a la audiencia hacia una acción positiva.

9. Trama política

Elige tramas que naturalmente enganchen e interesen a tu audiencia, tales como el desafío de superar adversidades, la importancia de la comunidad, o la visión de un futuro mejor. Estas tramas deben estar alineadas con los valores y las expectativas de tus electores, reforzando la identidad colectiva y la misión compartida. Historias que involucren la superación de dificultades, la lucha por la justicia, o la realización de sueños colectivos son particularmente potentes porque reflejan un viaje emocional con el cual muchos pueden identificarse.

10. Producción limpia

En la era digital, la calidad de la producción puede tener un gran impacto en cómo se percibe tu mensaje. Asegúrate de que todos los elementos multimedia, ya sean visuales, sonoros o escritos, sean de alta calidad y coherentes con el mensaje central. Evita distracciones visuales o auditivas que puedan desviar la atención del mensaje principal. Una producción limpia y profesional no solo es más atractiva, sino que también refuerza la credibilidad y la seriedad de tu narrativa.

Narrar también el futuro

Estas estrategias son fundamentales para cualquier campaña que busque no solo informar, sino también inspirar y motivar a la acción. Un buen relato político no es solo un relato bien contado; es un relato que mueve a la gente a creer, a pertenecer y, lo más importante, a actuar. Al emplear estas técnicas, podrás transformar una simple campaña en un movimiento poderoso que resuene con los deseos y necesidades de la audiencia.

Narrar el futuro se revela como un componente crucial en la creación de narrativas políticas que realmente resuenen con la ciudadanía actual, especialmente con aquellas generaciones que no han vivido los logros del pasado como luchas previas.

Estos logros, aunque forman parte de la identidad colectiva, ya no son el motor principal de la lucha ideológica contemporánea.

De acuerdo con el pensamiento de Joseph Campbell, el héroe de ayer puede convertirse fácilmente en el tirano del mañana si no logra reinventarse y adaptarse a las nuevas realidades y expectativas.

Este concepto puede ser extrapolado a la política, donde los líderes y los partidos deben evolucionar continuamente para mantener su relevancia y conexión emocional con el público.

La narrativa futurista en la política debe ser vista como la comunicación del arte de lo posible; no solo contar lo que ha sido, sino pintar un cuadro emocionante y vívido de lo que podría ser.

En este contexto, la ciencia ficción y otras formas de narrativa creativa ofrecen herramientas valiosas para imaginar y comunicar futuros potenciales. Esto es especialmente pertinente en un mundo donde los jóvenes y los nuevos votantes buscan no solo entender sus raíces históricas, sino también ser inspirados por visiones de futuros sostenibles e inclusivos.

Al narrar el futuro, los políticos y comunicadores pueden ofrecer un relato que no solo conecte el pasado con el presente, sino que también allane el camino hacia un futuro compartido y deseable.

Esta estrategia de storytelling no solo refuerza la identidad y cohesión dentro de un grupo o nación, sino que también juega un papel esencial en la movilización de apoyo y en el fortalecimiento de la confianza en el liderazgo.

Al final, el objetivo es crear una narrativa que no solo explique o justifique el status quo, sino que motive activamente a la ciudadanía a querer ser parte activa de los próximos capítulos de su historia colectiva.

Fernando Francia

Consultor y periodista. Director de Cosmovisiones. Creador de
GoTelling. Profesor en la Universidad San Judas y Canvas Ads School.

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