La política se está re escenificando. Las nuevas tecnologías están floreciendo en las campañas electorales. La influencia de las redes sociales es innegable en la forma de relacionarse entre políticos y ciudadanos. Facebook, Instagram, Twitter y Tiktok, nos permiten llegar a millones de personas.
Aun así, muchas personas relacionadas con la política todavía no logran comprender cuales son las reales dimensiones y los beneficios que nos brinda el uso de la tecnología aplicada a la política.
El gran desafío del uso de los nuevos medios de comunicación reside en humanizar el mensaje, y pasar de las acciones virtuales a las reales.
Los medios digitales son una herramienta sumamente útil para los actores políticos ya que les permite conectarse con las necesidades y expectativas de los ciudadanos, además les ayuda a mantener un diálogo con la ciudadanía de forma permanente.
En ese sentido, las cuatro vidas del político, significan la generación de una narrativa sólida sobre la vida del personaje generada a través de esfuerzos de comunicación en redes sociales. A continuación las cuatro vidas del político:
PRIMERA VIDA: VIDA POLÍTICA
Crear una buena imagen del candidato que sea convincente y transmita integridad, es el mayor desafío de los consultores políticos.
Romper con el rechazo que la gente tiene hacia la política es avaricia, seamos honestos, casi nadie quiere a los políticos.
Un político debe transmitir, persuadir y comunicar. Pero lo más importante, CONVENCER, a través de valores universales como la confianza, la alegría o el respeto. Cuando mostramos a un personaje en contextos políticos, generalmente quienes tienden a reaccionar mejor a dichos contenidos son lo que denominamos el voto duro, es decir los más fieles seguidores del personaje político. Es por ello, que este eje de contenido debe ser utilizado para situaciones muy particulares y para cuando la estrategia lo dicte así.
SEGUNDA VIDA: VIDA PERSONAL
Llegar al nuevo votante puede llegar a ser una tarea muy compleja, ¿cómo me comunico con él? ¿Cómo le hago llegar mi programa electoral? ¿Qué le preocupa realmente? Pero, a fin de cuentas, para eso son las campañas electorales, para utilizar todo el peso de la tecnología a favor del político, pero hay un problema, la gente siente un rechazo casi natural hacia la política.
Habíamos mencionado que es muy complicado vencer la resistencia de las personas hacia los políticos, pero durante muchos años de trabajo en campañas electorales nos dimos cuenta que cada vez que presentábamos al candidato en contextos familiares o de su cotidianidad, el engagement mejoraba notablemente.
Aunque el contenido es el rey, el contexto es la reina, es por ello que será importante que la sombra digital cubra todos los contextos personales posibles porque de esa manera suavizamos la imagen del político.
Hay que vender al humano, no al político. La gente hace click con la gente, con cosas del día a día, con situaciones o fotos que aterrizan al ente inalcanzable, sacándolo de su esfera y bajándolo a ras de piso; hay que hacer un buen cuestionario de introspección para conocer sus hobbies, sus gustos y todo lo que humanamente le apasiona y eso, hay que venderlo.
TERCERA VIDA: VIDA PROFESIONAL
Mensaje, imagen y posicionamiento, integran una triada que permiten sistematizar la comunicación y nos ayuda a proyectar la imagen que queremos instalar en la mente del elector.
Cuando hacemos comunicación política, nos interesa transmitirle a la gente lo que mejor sirva para mostrar lo que cada candidato representa.
La vida profesional del candidato proyecta constancia, autosuperación, dignidad; todas estas emociones son súper movilizadoras y permiten que el elector simpatice rápidamente con el candidato.
CUARTA VIDA: HISTORIA Y TRAYECTORIA
Decía Aristóteles, el pensador griego, que el objeto principal de la comunicación era la persuasión; es decir, el intento que hace el orador de llevar a los demás a tener su mismo punto de vista.
Uno de los mayores aspectos que ayudan a construir una narrativa es la proyección de la vida pasada del político. Ya lo decía De la Torre Zermeño, “la comunicación es el proceso mental en el que interactúan un emisor y un receptor para intercambiar las ideas, conocimientos, experiencias y sentimientos que se transmiten a través de un código, un mensaje y un canal adecuado”. La vida pasada del candidato nos permite seleccionar cuidadosamente los aspectos que queremos enfatizar del político para darle forma a la narrativa.
CONSTRUCCIÓN DEL MENSAJE A TRAVÉS DEL STORYTELLING
En el campo político electoral el mensaje es la razón por la cual apoyo, o voto, por uno u otro candidato. De hecho, se puede decir que el mensaje es para los políticos lo que la marca es para el producto.
Un mensaje general debe darle identidad a la campaña, y una serie de mensajes particulares deben segmentar a la audiencia por temas o por grupo poblacional.
No basta el tiempo de una elección para construir un mensaje. Hay que comenzar a trabajar desde antes para ir construyendo y dando sentido al trabajo y a la comunicación que distinguen a una figura política.
Aunque parezca contrario a la razón, el propio Trump tenía construida una estrategia bien sólida, aunque pareciera que el “decía lo que pensaba”, la realidad es que había un plan bien pensado:
Mensaje centrado en un solo tema (el declive de la nación); el reto (corregir el sistema); los culpables (la élite política); las víctimas (todos “nosotros”, él incluido); el héroe (solo yo puedo arreglarlo).
A partir de ahí, fue avanzando, introduciendo nuevas temáticas alineadas o partícipes del mensaje central: más enemigos (México y países musulmanes); más acciones en contra de la gente (Política de inmigración); los malos contra el ciudadano común (el sistema está descompuesto, si pierdo, el resultado es ilegítimo); el héroe (solo yo puedo: construir un muro; deportaciones masivas, negociar con todos).
Las cuatro vidas del candidato nos permiten diseccionar la forma en cómo vamos a proyectar a nuestro personaje a través de las redes sociales.
Créditos: Andrés Elías @andreseliascom
